fredag 20 mars 2009

LA REMOLIENDA, TEATRO NACIONAL DE CHILE

Viene a Suecia el Teatro Nacional de Chile.

Enrique Duran

En los primeros días del mes de Noviembre viene a Suecia el Teatro Nacional de Chile. Nombre ambiguo, engañoso. Un Teatro Nacional es una institución con presupuesto del Gobierno y que funciona como una compañía estable y con gran repertorio. Son los casos de otros países, ya sea Suecia, Alemania, Inglaterra y muchos más.

Países donde los procesos culturales no han sufrido grandes interrupciones, ni traumas que puedan afectar su trascendencia y su continuidad. El Teatro Nacional de Chile tiene un nombre ambiguo, engañoso. Un nombre impuesto por la Dictadura, ya que este teatro no es nada menos que el presunto heredero de lo que fué el viejo Teatro Experimental de la Universidad de Chile. Compañía de Teatro que fué borrada del mapa por esos cultos próceres llamados Pinochet, Merino, Leigh y compañía; asesorados además por don Jaime Guzmán, que en paz no descanse, y ese pésimo escritor de baja categoría llamado Enrique Campos Menéndez. Se le recordará quizás como el redactor de los edictos de la Junta Militar durante los días que siguieron al Golpe de Estado.
Hago este preambulo no para descalificar a las actrices y actores que vienen en esta Gira del Teatro Nacional a Suecia. Sino para dejar en claro que hasta el día de hoy los gobiernos de la Concertación no han sido capaces de tener una política cultural clara y diáfana, financiada por el Estado chileno y que sirva a los intereses de todo el pueblo. Sólo eso. Aunque debo confesar que la heridas duelen todavía. La Dictadura destruyó un Teatro que iluminó las vidas de miles de chilenos y que marcó rumbos en la cultura nacional.

Hoy día, este Teatro vive de un presupuesto mínimo para pagar el arriendo de la sala Antonio Varas, el sueldo exiguo de un Director, un Jefe Técnico y algún empleado de oficina. No existe un presupuesto anual para mantener una planta de actores permanente. Se contrata un elenco para cada montaje de obra. Y en muchas casos hay que utilizar el criterio de producciones comerciales para subsistir. Es por lo tanto, una tremenda hazaña venir a Suecia. Es la tercera vez que viene. Y en las tres ocasiones se ha debido al empuje e iniciativa de ese gran hombre de teatro que tenemos en Suecia, Igor Cantillana y su Teatro Sandino El Teatro Nacional presentará la obra LA REMOLIENDA de Alejandro Sieveking.
Obra ya legendaria en la historia del teatro chileno, gracias, no sólo a un texto dramático ameno, interesante, sino sobre todo al montaje que realizó ese gran Director Teatral y Músico, así con mayúsculas, que fué don Víctor Jara. Y lo llamo Don Víctor, porque aúnque fué nuestro amigo y compañero, si él viviera hoy día y nos encontráramos en la calle Huérfanos, le diría con todo respeto, “Cómo está, don Víctor?” Porque se lo merece y porque fué el mejor director de teatro de nuestra generación allá en los 60.Víctor Jara había sugerido ya, en su montaje de ÁNIMAS DE DÍA CLARO, también escrita por Alejandro Sieveking, que existía una forma diferente de llevar el campo chileno al escenario. Situaciones dramáticamente efectivas que abordaban un concepto dialéctico mucho más profundo de la poesía del campo y de la psicología de los personajes. En ese trabajo se hizo evidente la vivencia de Víctor de haber nacido en el campo, de haber crecido en un entorno campesino que mantenía en él raíces profundas, intactas y secretas.

Por otra parte, LA REMOLIENDA, según palabras de su propio autor, era originalmente una comedia musical. Víctor Jara, a esas alturas, hablamos de Octubre de 1965, además de haber egresado de la Escuela de Teatro de la Universidad de Chile como actor y director teatral, tenía también una trayectoria como cantor popular; aunque todavía no como solista sino sólo como integrante del conjunto folklórico CUNCUMEN. Con ese conocimiento y experiencia,Víctor eliminó casi el 80 por ciento de las canciones que Alejandro Sieveking había escrito y dejó tan sólo aquellas necesarias para contar la historia, las que servían al desarrollo dramático y a las vivencias de los personajes. Alejandro Sieveking ha contado ya en alguna ocasión: “Mis obras, sin la dirección de Víctor no funcionaban.

Teníamos una afinidad en que no teníamos que explicarnos nada, lisa y llanamente. Él entendía que esa cosa era obviamente así. En cambio, a otros directores tenía que explicarles cosas que eran elementales para mí y no entendía como se iban para otro lado.” Durante los ensayos había un trabajo codo a codo entre el director Jara y el dramaturgo Sieveking. Su aporte al texto fué mucho mayor en LA REMOLIENDA que en ÁNIMAS a la cual casi no le hizo ningún cambio. En LA REMOLIENDA, Víctor creó una escena en la que los huasos juegan a “los topones”; una tradición campesina en la que los hombres llevan “ al apa” a sus mujeres y chocan con el hombro del otro huaso.
Esa fué la solución escénica que sugirió para mostrar la felicidad de los campesinos por haber conseguido la mano de sus amadas. Lástima que ésta sería la última vez que un texto de Alejandro Sieveking fuera montado por él.Es importante recalcar que LA REMOLIENDA tiene un tratamiento de lo popular diferente al de ÁNIMAS DE DÍA CLARO. Posee un tono más de comedia y un realismo más costumbrista. Porque en LA REMOLIENDA no se trataba ya del entorno místico y mágico de ÁNIMAS..., sino de algo más terrenal, más “de carne y hueso”. LA REMOLIENDA es la historia de una viuda, la señora Nicolasa, que vive con sus tres hijos en un terreno muy apartado del pueblo y se ve en la obligación de trasladarse hasta allí. Van a parar casualmente a un prostíbulo, propiedad de doña Rebeca, hermana de la señora Nicolasa. En la ”casa de remolienda” viven tres prostitutas, la Yola, la Isaura y la Chepa, con las cuales los tres hermanos empiezan una ingenua y cómica historia de amor.

Es la primera vez que los tres huasitos, Nicolás, Graciano y Gilberto, ven “niñas” bonitas, un camino pavimentado y conocen lo que es la luz “eléutrica”. Pero no sería justo encasillar LA REMOLIENDA como obra meramente costumbrista. En el texto se puede percibir sin esfuerzo los elementos poéticos que ya se habían destacado en ANIMAS DE DIA CLARO. Aunque su tratamiento es diferente y se hace presente sobre todo en la sublimación de los personajes. Ellos no son mostrados como “huasos brutos” , sino como seres candorosos, con la capacidad de asombro a flor piel. Y ésto hace que el espectador que vive en la ciudad termine aprendiendo de sus vidas , identificándose con ellos.
La inteligencia, la intuición teatral y musical de Víctor Jara le hicieron descubrir y profundizar estos elementos tan ricos y complejos en estos dos textos de Sieveking: la estatura que alcanzaban estos personajes tan arraigados a la tierra. La autenticidad de sus conflictos. La proyección de sus existencias reales en la vida cotidiana. Una de las mayores inquietudes artísticas de Víctor – también fuertemente presente en sus canciones – fué la de mostrar al público, a la gente común y corriente, la belleza humana de la gente del campo, de los marginados, de los humildes, de los desposeídos. Esa fué la grandeza de Víctor Jara. Tanto en ÁNIMAS DE DÍA CLARO como en LA REMOLIENDA encontró tierra fértil para lograr ese objetivo. Y creo, firmemente, que ambos montajes son dos de los grandes aportes de Víctor Jara a la cultura chilena .
El viernes 8 de octubre de 1965 , en la XXV temporada oficial del Instituto del Teatro de la Universidad de Chile, se estrenó, en la Sala Antonio Varas ,
LA REMOLIENDA de Alejandro Sieveking , bajo la Dirección de Víctor Jara, con el siguiente reparto:
OÑA NICOLASA : Bélgica Castro
NICOLÁS : Mario Lorca
GRACIANO : Juan Katevas
GILBERTO : Lucho Barahona
YOLA : Kerry Keller
ISAURA : Claudia Paz
CHEPA : Sonia Mena
DOÑA REBECA : Carmen Bunster
RENATO SEPÚLVEDA : Tennyson Ferrada
MIRTA : María Castiglione
MAURO : Tomás Vidiella
TELMO : Eduardo Barril
BAUDILIO : Jorge Boudon
La escenografía y el vestuario fueron creados por Bruna Contreras y la iluminación fué de Sergio Zapata. La música incidental fué compuesta por Víctor Jara.
Dejo aquí constancia de sus nombres. Están en algún archivo. Todos ellos crearon una magnífica puesta en escena que aún brilla en mi memoria.
El Teatro Nacional de Chile viene en algunas semanas más a Suecia con esta obra, ahora con la dirección de Raúl Osorio y con las actuaciones de Diana Sanz, Blanca Mallol y Víctor Rojas. Estoy esperando más información de las fechas exactas de su venida, y de sus actuaciones aquí en Suecia Espero lo más pronto posible actualizar estos datos y entregárselos a Uds. Amigos y lectores de TV Continente.

Enrique Duran

Publicado en continente.nu el : 2008-09-29 obtuvo 714 Muestras

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