fredag 20 mars 2009

NO HAY JUSTICIA EN ESTE MUNDO

El daño que un ser humano hace a otro ser humano es un herida, una lesión al cuerpo social, al colectivo de la humanidad.

Enrique Duran

La justicia no es un acto gratuito, ni divino. Proviene de un acuerdo ético, de principios morales o, simplemente, de ese sentido común que nos señala, nos dice: ”No hagas a otro lo que no quieres que los demás hagan contigo” . No robes, no mates, no esclavices, no explotes, sino quieres que otro, alguno de tus semejantes te mate, te robe, te explote, te esclavice. Tan simple como eso.
Cuando era niño, mis abuelas, mis tías abuelas y todas las viejitas del barrio acostumbraban a usar esta expresión como la más absoluta de las verdades absolutas. Se me quedó en la oreja y la repito cada vez que veo que se cometen injusticias, crímenes, genocidios que quedan sin juicio y sin castigo.Lo peor es cuando nadie dice nada; cuando parece normal y natural que el criminal, el agresor actúe como actúa.

Transgreda todo límite y deje la ”cagada”, como decíamos en Chile. Prefiero no usar este tipo de expresiones, pero cuando me encuentro ante situaciones tan absurdas, imposibles, actos de locura como los que comete el Estado de Israel en Palestina y en El Líbano, me quedo mudo. Y al cabo de un instante reacciono con ira, con violencia : ”pero qué mierda, cómo se puede hacer una cagada semejante y el mundo civilizado, las Naciones Unidas, los países europeos permanecen impávidos, no se les mueve un pelo ni una ceja!”No. No hay justicia en este mundo!Pero, la justicia no nos cae del cielo.
La justicia no es un acto gratuito, ni divino. Proviene de un acuerdo ético, de principios morales o, simplemente, de ese sentido común que nos señala, nos dice: ”No hagas a otro lo que no quieres que los demás hagan contigo” . No robes, no mates, no esclavices, no explotes, sino quieres que otro, alguno de tus semejantes te mate, te robe, te explote, te esclavice. Tan simple como eso.Un rey de la ciudad de Babilonia llamado Hammurabi, hace ya más de 4.000 años, fué el primero en formular estos principios, estos acuerdos entre semejantes. Fué el primer Código de Justicia, de reconocimiento de que la especie humana debe comportarse igual como se comporta el resto de los mamíferos. No matarás a tus hermanos, no robarás, no utilizarás el trabajo de tus semejantes en beneficio propio, no violarás a las mujeres, ni siquiera a tu propia esposa. Eso fué el Código de Hammurabi, mil años antes de la Biblia, de los Diez Mandamientos de Moisés.

Esto, mucho antes que los reyes se convirtieran en dioses y que los dioses fueran reyes. Todo principio ético proviene de un acuerdo, un fundamento que sirve de praxis de reconocimiento para la especie humana. Somos débiles ante la naturaleza.Somos fuertes cuando somos miles y conformamos una entidad social. Así somos un cuerpo.El daño que un ser humano hace a otro ser humano es un herida, una lesión al cuerpo social, al colectivo de la humanidad. No puede aceptarse. Es un crimen. Y debe castigarse. El criminal debe ser separado del cuerpo social para que no produzca más daño. Por supuesto, esta descripción es un simplificación de la justicia y de la historia humana. Pero así empezó. Y su propósito fué ése. No dañar al colectivo. Procurar que la colectividad fuese un cuerpo sano. Eso fué hace miles de años. Cuando nuestros antepasados se sentían un colectivocultural y productivo.

Quiero decir que nuestros principios éticos tiene que ver con milenios atrás, nacen en épocas distantes a la nuestra.Épocas con conceptos sociales y económicos diferentes a los nuestros. Èpocas donde la propiedad privada de los medios de producción era impensable. No cabía en la mente de los seres humanos. El trabajo era colectivo y los frutos de ese trabajo se repartían a toda la comunidad. Un excedente se repartía hacia las viudas y los huérfanos. El rey y sacerdote tomaba a su cargo este excedente para administrarlo de acuerdo a su función divina. Un principio semejante a éste de los antiguos babilonios lo encontramos también en el ayllú, en la comunidad quechua y aymará, donde el Inca, el reprsentante de las comunidades y de la divinidad solar se hacía hacía responsable de repartir el excedente.Parámetros como ”No matarás” no pueden aplicarse estrictamente hoy día. Cuando una nación contemporánea, llamemosla EE.UU. o Israel, se apropia del concepto ”No matarás” lo aplica no a sí misma sino a los pueblos o naciones que quiere someter.

Así, los palestinos se encuentran ante la prohibición , sancionada por la comunidad internacional, de matar al invasor que roba sus tierras, quema sus sembrados, destruye sus casas. En cambio, el invasor, que destruye pueblos y destroza familias enteras tiene el derecho de matar a los que se oponen a sus crímenes. Y nadie dice nada. Quizás, algunos pocos dicen algo, elevan un petitorio, protestan.El principio es escalofriantemente simple, estúpido y sencillo. ”Tú te opones a que yo robe tus tierras, queme tus sembrados, destruya tus hogares. Te opones con las armas y tratas de matar a mis soldados.
Eres un mal demócrata. Eres un criminal, un terrorista. La Comunidad Internacional ( léase el Imperio) me ha dado este derecho, el permiso para ocupar tus tierras. No son tuyas. Fueron mías hace más de dos mil años. Las robé a los viejos habitantes de Palestina hace más de 3000 años. Y qué? Tengo derecho a ellas. Si opones, te mato. Y si disparás contra mí te pones fuera de la Ley. Mi Ley. Así es de simple.” Con razón mis abuelas, mis tías abuelas y las viejitas de mi barrio, cuando yo era niño, exclamaban: ”No hay justicia en este mundo!”Yo tenía seis años.Hitler invadía Europa.Eran otros tiempos?


Publicado en continente.nu el : 2006-09-03 obtuvo 696 Muestras


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